martes, 27 de octubre de 2009

WELCOME TO THE NIGHTMARE 2 (Me cago en el papeleo de mierda, en el fax y en este laberinto incomprensible que es la Universidad de Karlstad)



Después de un poco de feedback tras estos dos meses que he estado escribiendo y grabando este vídeo-blog, he llegado a la conclusión de que os gusta verme sufrir. Según parece, la entrada del pasado septiembre en la cual me pegaba de tortazos con el sistema de correos y bancario sueco divirtió a bastante gente; pues bien, no temáis, pues al Escandimemo todavía le siguen puteando de vez en cuando.

Esta entrada puede que resulte ilustrativa para aquellos que quieran saber cómo funcionan las ayudas económicas para los estudiantes Erasmus. No obstante, aquí encontraréis sobre todo una gran cantidad de ira y ganas de repartir hostias entre todas las putas madres del Buda. Avisados estáis.

Vamos allá.



Recuerda, joven lector: la mierda está en todas partes, y si bien ahora le cae encima al Escandimemo bien podría pringarte a ti en el futuro. El karma no falla nunca.


EL ESCANDIMEMO Y EL PAPELEO DE LOS COJONES.

Os voy a poner un poco en situación. Un estudiante Erasmus recibe por defecto dos becas diferentes sin necesidad de solicitud alguna por su parte. Una procede del Organismo Europeo de Nosequé y su dotación es de alrededor de 135 euros por mes de estancia, a veces fraccionados en dos pagos dependiendo de cómo le dé por ahí a los funcionarios. La otra proviene del Ministerio de Educación y tiene más o menos la misma dotación y características. No obstante, la primera se tramita en octubre mientras que la segunda lo hace en diciembre.

No obstante, para que se tramiten ambas ayudas, primero hay que asegurarse de que el papeleo del estudiante, es decir, los documentos que acreditan las asignaturas escogidas en ambas universidades (la de España y la del país de acogida) pueden convalidarse.

Suele darse el caso de que, al llegar, el estudiante tiene que cambiar algunas asignaturas porque no son convalidables, porque algún curso ha sido cancelado o coincide con otro o porque Dios simplemente le odia. Ése fue mi caso (el de que Dios me odia y los demás también), así que me dispuse a trabajar junto con mi coordinador de España para atajar rápidamente el problema y poder recibir mi dinero.



Y éste, amigos, es el momento de la historia en el cual todo se va a la mierda.


Sé que es una lotería el hecho de que te toque un buen coordinador Erasmus o uno mediocre. Pero mi caso llega a ridículos extremos.

Al principio, yo no sabía cómo funcionaban las becas, así que mandé un correo a mi coordinador para que me explicara un poco el tema. La respuesta consistió en un escuetísimo mensaje en el cual se me indicaba que me dirigiera a la encargada de Relaciones Internacionales de la UPV. Me daba el nombre, pero no la dirección. Bueno. Pedí ayuda a la susodicha y ésta me respondió con un largo e ilustrativo mensaje que me sacó de dudas. Viva.

De dicha respuesta extraje la conclusión de que, si quería ver mis bolsillos repletos de nuevo de vil metal, debía cambiar algunas cosas de mis papeles. De modo que rápidamente decidí qué era lo que debía modificar y lo notifiqué a mi coordinador.

Tras una semana sin respuesta, mandé otro mensaje.

Idéntico.

La respuesta llegó, diciéndome: “Hola. Acepto tus cambios. Un saludo”. NO ES BROMA, EL MENSAJE ERA ASÍ.

Al cabo de una semana, fui a la secretaría y sorpresa, el acuerdo de mierda no estaba hecho. ME LA SUDA SI ACEPTAS LOS CAMBIOS, TONTO DE MIERDA. LO QUE QUIERO ES QUE LOS CAMBIOS LOS HAGAS TÚ. Total, que le envié otro correo a prueba de tontos de mierda (si no me creéis, mandadme un mensaje para que os envíe una copia, porque s no es para tontos que baje Dios y lo vea) con los cambios adecuados. Respuesta: “Vale. A ver si puedo hacerlo para el martes. Un saludo”.



Más te vale, cabronazo. Más te vale.


Al día siguiente, se me informa de que ya está hecho el cambio y de que el nota se lo ha dejado a su secretaria en la mesa para que ella lo mande. Dejo pasar una semana. A estas alturas yo ya estoy sin blanca y necesito la beca como agua de mayo. Después me vuelvo a dirigir a la secretaría.

Cruza los dedos. La vieja tarda mucho en darme mi documento de acuerdo y encima cuando lo hace resulta que se ha confundido con otro Guillermo que estudia en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Venga, otra vez… no, no pasa nada… puta vieja de mierda… vuelve de nuevo (la cola detrás de mi ha adquirido ya proporciones legendarias). Esta vez sí es mi papel. Lo miro.

Sin cambios.



Lo mismo, pero en vez del planeta está la puta cara de mi coordinador.


Me voy al ordenador y envío EXACTAMENTE el mismo correo a prueba de tontos de mierda de antes. El nota recurre a enviarme el documento escaneado. Total, que al final lo tuve que imprimir y enviar a la coordinadora de aquí yo mismo.



¿Se ha acabado? Sí, ¡se ha acabado! BOAJAJAJAJA.


No del todo, señora.


EL ESCANDIMEMO Y EL FAX DE LOS COJONES

El caso es que ya había arreglado el papeleo para que empezaran a tramitar la beca, pero no había arreglado el papeleo para cuando llegase la beca. Así pues, hace pocos días me llegó desde casa de mis papis la alegre noticia de que al fin había llegado el resguardo de la beca. Adjunto la transcripción fidedigna de la llamada telefónica.

Escandimemo: Bien, ahora ya sólo tenéis que enviar el resguardo a la universidad y volveré a ser asquerosamente rico, jar, jar, jar…

Papá: No tan rápido, forastero. Primero tienes que enviar un fax a correos diciéndoles que nos autorizas a recoger el sobre con el documento.

E: ¿Ein? Pero si sois mis padres, digo yo que podréis.

P: Pues no, resulta que está bajo envío confidencial u otra mierda por el estilo.


A ver si lo habéis entendido: un documento destinado a la familia de alguien que por cojones tiene que estar en el extranjero (al ser una beca de estudios en el extranjero) fue enviado de tal manera que solamente yo podía recogerlo. El nivel de subnormalidad de esto es tan, pero tan elevado que por un momento temí que el espacio y el tiempo se rasgaran al no poder soportar tantísima estupidez.

Bueno, pues vamos a enviar el fax de los cojones. Afortunadamente, esta es una biblioteca escandicool que, como ya dije en su día, cuenta con fax gratuito. Me dirijo al aparato, tecleo el número. Error. Vamos a probar con un cero más en el prefijo. Error. Otro cero más. Error. Vaya, el fax se ha bloqueado por tantos errores de mierda. Le pregunto a la becaria, quien por supuesto no tiene ni puta idea de cómo funciona el fax. Va a buscar a la Oh Gran Bibliotecaria Jefe para que me diga cómo enviar. Vamos a darle otra vez. Desbloqueamos el fax. Llamo a mi padre para que me vuelva a decir el número, por si acaso. Todo en orden. Teclear número. Error.



¡¡AAAAGHHHH!!


Al final, conseguimos enviar el fax. El número es el que tecleé en primer lugar, se ve que hubo un error informático o qué sé yo. Estoy cansado y me siento muy solo. Justo en ese momento me doy cuenta de que faltan cinco minutos para clase. Mierda. Voy a donde se supone que está el aula, y al llegar me encuentro con un papelito en la puerta que dice: “estamos en el aula 1B309”.

La puta aula 1B309.

Tardé media hora en encontrarla. TREINTA MINUTOS. Parecen pocos. Probad a estar mirando al reloj sin hacer nada durante ese tiempo y veréis que puede ser muy, pero que muy largo.

Me he dado cuenta de que la universidad que yo creía conocer es en realidad un laberinto despiadado y sin sentido. Todas las paredes se parecen y todos los edificios tienen números parecidos. Encontré el aula 1D309, 1B 310, 1B409 y mucha más mierda. Pero no la clase que yo buscaba. Joder, parecía la puta película de CUBE, pero sin trampas. ME CAGO EN MI VIDAAARGHH.



¡Confía en mi habilidad para ver a la gente como si fuera una radiografía!


Para cuando encontré el aula casi de chiripa ya era muy tarde. Así pues, lo mandé todo a tomar por el culo y me fui a casa.

La vida puede dar mucho asco.

Hasta la próxima.



Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. He visto aulas cambiar de lugar y faxes reírse en mi puta cara ante la puerta de la biblioteca. He visto coordinadores subnormales y papeles, y papeles, y papeles, papeles, papeles…



[Escuchando: Strenght Beyond Strenght, de Pantera]

miércoles, 21 de octubre de 2009

UN PAR DE BLOGS DE KARLSTAD (esto cuenta como publicidad gratuita)


Rebuscando entre los muchos estudiantes patrios que hay en el lugar, he encontrado a dos que tienen a su vez un blog propio donde relatan sus experiencias. Os paso los enlaces para que se vea que el Escandimemo se enrolla y es generoso con la fama que se ha ganado.

Fuera de bromas, pienso que es bueno tener diferentes perspectivas de un mismo tema.


BLOG 1: CUBICULOS DE OFICINA.

http://www.gmoraleda.net/

Especialmente interesante para los que quieran ver la manera en la que se cumplimenta el papeleo previo Erasmus. Al autor le gusta Pulp Fiction, y por consiguiente es legal.


BLOG 2: MIS AVENTURAS POR TIERRAS SUECAS.

http://misaventurasportierrassuecas.blogspot.com/

Si se quiere echar un vistazo a algunas fotos de Karlstad y el Campus, es buena idea meterse por aqui.


Eso es todo. Por cierto, esta entrada la he escrito en un teclado sueco. Si se observa atentamente, se puede ver que el autor ha evitado en todo momento usar palabras que lleven tilde (salvo un par de errores, a ver si os dais cuenta). Muy, muy escandicool.

Hasta pronto.



Esta entrada es paritaria y por tanto tiene el visto bueno del presidente ZP.

Escuchando: Heart Full of Black, de The Burning Brides.

lunes, 19 de octubre de 2009

UNA VUELTA POR EL PUERTO (bienvenidos a Mundofoto)

Este último viernes hubo gran fiesta en el pueblo, y muchos estudiantes Erasmus acudieron a la llamada del perreo, yo incluido.

Tras varias horas de desfase, vicio y perversión, la mayoría de los invitados a la fiesta se había convertido en algo que a duras penas recordaba a una persona. Yo incluido.

Por eso, cuando a la una de la tarde del sábado dos buenos amigos del piso llamaron a mi puerta para proponerme ir a dar un paseo por el puerto, mi primer impulso fue ahogarlos a los dos en la taza del váter y luego orinar sobre sus cadáveres.

Me alegro de haber decidido acompañarlos. Acompañadme ahora vosotros, y descubrid por vosotros mismos la cara más mojada y soleada de Karlstad.



Paseo de dos horas y pico, de resaca y sin haber comido. Impossible is Nothing.



PERO, ¿A DÓNDE VAMOS?

Para vuestra información, Karlstad está situada en la orilla norte del lago Vänern, el tercero más grande de Europa. La mayoría del pueblo está dispuesto junto al río Klarälven, así que para ver el lago hay que caminar un poco hacia el sur recorriendo el río.

Así pues, una vez fijado nuestro objetivo, nos pusimos en camino GPS en mano. A lo largo del camino dimos rienda suelta a nuestra dudosa habilidad como fotógrafos. Los seguidores del Escandimemo pueden ahora contemplar los resultados. Dividiré el recorrido en función de las zonas que visitamos.



El turista, ¿es siempre idiota?


PRAMKANALEN

Karlstad está situada en la orilla norte del lago, por lo que para ver la masa de agua grande hay que dirigirse hacia el sur. Decidimos seguir el Pramkanalen, un afluente artificial del río Klarälven que se construyó el pasado siglo para pasar mercancías con facilidad.







Actualmente es un bonito paseo adornado con bonitos puentes y casas prefabricadas a través de cuyas ventanas uno puede admirar el último grito en mobiliario Ikea. Nosotros nos detuvimos en un pequeño embarcadero junto a una isla en miniatura. Cuando me acerqué al agua, un ejército de patos salió de la isla y empezó a nadar hacia mí en perfecta formación. Sólo faltaba la música de Apocalypse Now, os lo juro.



Este barquito contaba con una bandera pirata y cortinas con estampado de leopardo, y su nombre era Zorita. No pude evitar preguntarme cómo sería el dueño.


BARRIOS PREFABRICADOS Y LA CABAÑA ABANDONADA

Más al sur hay una zona de lo más fea, llena de edificios de metal desnudo cuyas ventanas carecen de cornisa, construidos sobre aceras grises y situados en medio de una zona en obras. Esto, para que veáis que todos los países y todas las ciudades tienen zonas feas. Eso sí, al menos estaba limpio.



La zona era tan cutre que algunas calles estaban en el subsuelo, como descubrimos al ver esta señal.



Justo al lado de este sitio había un embarcadero junto al cual nos encontramos una cabaña que parecía sacada de La Matanza de Texas. No pudimos evitar hacer el imbécil, claro.





El turista, ¿es siempre idiota? (2)



AL FIN EL PUERTO PROPIAMENTE DICHO.



El turista, ¿es siempre idiota? (y 3)

Vaya cagao, por cierto.

El puerto de Karlstad, aprendimos tarde, no es precisamente un destino turístico. En realidad es un puerto muy importante, sí, pero un puerto estrictamente comercial, de traspaso de mercancías y atraque de barcos. En consecuencia, bonito, lo que se dice bonito, no lo es demasiado. Todo el entorno recordaba a un escenario de una película de gángsters.




Eso sí, conseguimos ver el lago, que era a lo que veníamos.

Había mucha agua.

Nos aburrimos enseguida, y nos volvimos.



Había un oso. Miradlo. Mirad qué oso. Qué pedazo de oso.


¿QUÉ TAL CUERPO SE OS HA QUEDADO?

En conjunto, lo que me gustó fue el viaje y no el destino en sí. Pasear por las orillas de los lagos de Suecia es un placer para la vista. Karlstad es una ciudad muy soleada en la que no se ven muchas nubes, así que es un destino muy bueno para callejear. En próximas entregas, os mostraré otros rincones de esta ciudad tan escandicool, si interesa a los lectores. Aquellos que quieran reportajes de la ciudad, expresadlo en el tablón. Si tenéis alguna otra curiosidad que yo pueda satisfacer, no dudéis en pedirlo.



Prueba de habilidad: ¿cuántos semáforos hay en esta foto? (Karlstad es una ciudad plagada de semáforos por alguna razón que desconozco).


BOTELLÓMETRO: 12

[Escuchando: Carolina, de MClan]

martes, 13 de octubre de 2009

La Guía del Escandimemo. Capítulo 1


La eterna pregunta de la esencia de lo que es más sueco que Ikea y lo que en realidad es chino queda respondida en esta serie de documentales de viaje. No obstante, no está en las mejores manos, ya que es el escandimemo quien nos cuenta en detalle e insitu todo lo que nos hará salir de dudas. ¡Todos a bordo!

lunes, 12 de octubre de 2009

THE ERASMUS PARTY TRILOGY 3 (after-party, fiestas temáticas y una reflexión por suerte no demasiado larga)

Poco hay que contar de la after-party, aparte de aclarar que se trata de un patético intento extranjero de levantar algo que se murió a las dos de la mañana del viernes sin dejar testamento. Por decirlo de forma bonita. Tampoco es que se pueda hacer mucho más en una cocina del campus de madrugada y con poco alcohol en sangre.

De hecho, una after-party suele significar que, después de todo, no has logrado ligarte a esa rubia despampanante; y que sólo por eso has decidido pasar el poco tiempo que queda de la noche con un grupo de veinte borrachazos que nunca van a ponerse de acuerdo acerca del tipo de música que quieren poner. Dicho de este modo, no parece algo muy divertido; pero un hombre sabio es capaz de buscar flores en la basura y de pasarlo bien incluso aunque su cuerpo pida a gritos un analgésico y un colchón.

Por cierto, estoy soltando toda esta parrafada filosofal porque creo que es precisamente en este momento de la noche cuando surge la sabiduría escondida dentro de cada hombre y cada mujer. Seguramente se deba a que estás tan hecho mierda después de perrear sin éxito a todas las chicas que encontraste en la disco que ahora sólo puedes mover la boca; pero el caso es que de repente estás sembradísimo y sólo quieres exponer tus teorías acerca de la política internacional o del sentido de la vida.




O también es posible que esta entrada me esté saliendo así porque me he visto de una sentada toda la primera temporada de Californication y en consecuencia me he vuelto gilipollas.



Como iba diciendo, las after-parties pueden ser divertidas si te las tomas con filosofía y no vas con muchas expectativas. De hecho puede ser genial, sobre todo si a alguien se le ocurre cocinar unos crepes con salsa. En ese momento todos nos abalanzamos sobre ellos como buitres y acabamos con todas las existencias en un par de minutos sin ningún tipo de delicadeza ni consideración, que de eso no queda nada a estas alturas. Aunque luego damos las gracias, claro.

Sí, la after-party puede ser algo muy agradable, siempre y cuando no se haga en tu cocina. Por otro lado, que se apalanquen quince personas, o algo parecido a personas, dentro de tu casa, ocupando todos los sofás y relegándote a ti a una silla de madera sin cojín, cuando lo que querrías hacer es estar en la cama (acompañado o no), es una putada a todos los niveles. Shit happens.

A eso de las cinco de la mañana, el canario se muere del todo y cada uno se va a su casa a lamentar su suerte. Según vuelves a tu guarida, te autoconvences de que siete horas de fiesta no significan en absoluto una pérdida de tiempo, te preparas algo de desayunar y te metes en la cama sin acordarte de quitarte las lentillas.

Eso es todo acerca de la fiesta Erasmus, amigos. Hasta la próxima.




¡Que nooooo!



No me he pasado una semana sin actualizar para luego daros una entrega tan corta. Tranquilos, esta tiene suplemento: voy a hablar de las fiestas temáticas que se celebran periódicamente en el Campus.


¿QUÉ COÑO ES UNA FIESTA TEMÁTICA?

Parece una rollerada y es una rollerada. Se trata de una fiesta normal, pero celebrada en una habitación o cocina del Campus y siguiendo un determinado código de vestir. Molan porque tienes licencia para hacer el mongolo y además no hay que pagar entrada. Vamos a echarle un vistazo a las que se han hecho hasta ahora.

Por cierto, como todas estas cosas suelen empezar como eventos de Facebook, todos los títulos están en inglés. Si pensáis que ponerle a las cosas títulos en inglés es una mierda esnob, tenéis razón; pero yo no he creado el Universo. Sorry ‘bout that.


BAD TASTE PARTY

Lo puto mejor.

Bad taste es una parejita de palabras inglesas que viene a significar “mal gusto”. Hace un mes, a cierta mente privilegiada se le ocurrió la idea de que se debería hacer una fiesta en la cual todo el mundo debería vestir usando la peor combinación de ropa posible. El resultado fue una grotesca mezcla entre carnaval y fantasía erótica de adolescente, además de uno de las mejores fiestas en las que he estado desde que llegué aquí. Me lo pasé como un enano.

Esta fiesta estuvo bien porque todo su planteamiento consistía en deshacerse de una de las cosas más incómodas de vivir en sociedad: las reglas de etiqueta. Con todo cristo llevando sombreros ridículos, ropas chillonas, calzones por fuera y pantalones del revés, no había nadie que se sintiera más guapo o más feo que los demás.

Mi modelito consistía en un conjunto al revés; camiseta con las letras a la espalda y pantalones con la bragueta en el culo. Alguien me tiró calimocho encima y todos aseguraron que de ese modo estaba aún más guapo.






ESCORIA DETECTADA. PROCEDIENDO A DESTRUIR LA ESCORIA… PUTA ESCORIA… PUTA…


Una noche, mágica, aquella en la cual no había idiotas porque todos lo parecíamos.


BEACH PARTY

O cómo elegir una temática demasiado complicada y que nadie te siga el juego.

La fiesta de la playa; en teoría todo el mundo debía llevar encima algún tipo de ropa o adorno relacionado con la playa. En la práctica, ni la mitad se molestó y muchos fueron tal cual. Puede que sea porque aquí arriba, de noche, no apetece llevar un bañador sino un anorak de tres capas. Aún así, hubo algunos valientes que se atrevieron a llevar ropa de baño.

Ahora tengo un nuevo fetiche: chicas en bikini y gabardina.



Ahora que lo pienso, "beach" y "bitch" se pronuncian igual…


Al final de la fiesta, alguien pensó que sería una buena idea darle un buen toque playero al piso trayendo hojas secas de la calle. El francés anfitrión se cagó en la Madre, en el Padre, en todos los santos del cielo en fila india y en el cáliz sagrado, todo a la vez.


FIESTA JUNTO A LA HOGUERA

Más bien “fiestas”, dado que ha habido más de una.

Como aquí cada vez hace más y más frío, creo que es una idea estupenda que todos nos reunamos junto a una hoguera y hagamos el burro un rato. Todo es muy bonito y se ven las estrellas; es lo más parecido al botellón que hay por aquí. El problema es que sueles acabar con la cabeza ardiendo y el culo helado, como un pollo que no da vueltas en el grill. Pero es divertido.




A todo esto, un cazurro trató de saltar la hoguera y se quemó los pelillos del culo. Jat. Jat. Jat.


BIG LEBOWSKI PARTY

La cocina de mi piso es famosa por organizar fiestas (y porque el grosor de la capa de mugre que hay sobre la nevera desafía toda lógica humana, pero eso es otra historia); y hace poco a un alemán vecino mío se le ocurrió que sería una buena idea hacer una fiesta en torno a una de mis películas favoritas: El Gran Lebowski.

Si no la habéis visto, sólo os digo dos cosas: primero, hacedlo porque si no no sabréis nunca lo que es la vida; y segundo, que el personaje principal es un tipo que se pasa el día en albornoz y jugando a los bolos. Dicho esto, la idea principal de la fiesta era que todo el mundo fuera con albornoz.

Problema: yo no tengo albornoz, no lo necesito y aquí cuesta veinte pavos el más barato y yo no estoy como para gastar el dinero en mierda que no necesito. Así se lo dije al cerebro de la fiesta y éste me soltó que sin albornoz no entraba.

A ver, PUTO GILIPOLLAS, para empezar no vas a impedirme la entrada a mi propia cocina. Y luego, el tema principal de toda la película de los cojones es que hay que tomarse las cosas con calma, vivir y dejar vivir, cada uno a su rollo y toda esa mierda. Vamos, que de todas las películas que hay en el maldito universo, El Gran Lebowski es la menos indicada para seguir un puto código de vestir. TONTOLOSCOJONES.

Así pues, me propuse ir sí o sí, sólo para tocar las narices; pero aquella noche yo y otro amigo nos apalancamos en un dormitorio a ver Jackie Brown porque nos salió de las pelotas, y cuando íbamos a subir vino otra amiga y nos avisó de que la fiesta era una gran mierda. Así que hubo gran regocijo, decidimos no ir, la amiga se quedó con nosotros porque no quería volver y entre los tres nos montamos una bacan… nos quedamos a ver otra peli, ya que total la noche anterior ya habíamos salido. Que se joda el alemán.



Hacia el final de la fiesta, a las cinco y media de la mañana, decidí que tenía hambre y me puse a hacerme unos huevos fritos delante de todos los invitados a la fiesta. Eso sí que es espíritu Nota, coño.


Hasta aquí la fiesta temática. ¿Qué será lo próximo?



Y ahora... ¡la "fiesta de los pañales"! o, mejor aún, ¡"la fiesta del sujetador en la cabeza"!



CONSIDERACIONES ACERCA DE LA FIESTA ERASMUS

Ahora sí que sí, hasta aquí el ensayo acerca de la fiesta Erasmus. Puede que lo hayáis encontrado ilustrativo, puede que divertido, o puede que os haya parecido un gran coñazo. A esos últimos, que sepáis que no me gusta vuestra cara.

Si he considerado necesario dedicar tres entradas de mi guía a describir la fiesta de un estudiante Erasmus es simplemente porque la fiesta es lo primero que se te viene a la cabeza al pensar en un estudiante Erasmus. Dicho esto, sólo quiero añadir: la fiesta acaba formando parte de la rutina.

Ya sé que para todo joven la fiesta en fines de semana ya es de por sí rutinaria, pero también es cierto que la fiesta de Erasmus es más variada y más intensa (y eso que estamos en uno de los países más secos de todos los destinos posibles). Que incluso eso se convierta en rutina quiere decir que siempre estás buscando cosas nuevas que hacer.

Este es un período en el que todo el mundo quiere abarcar todo, divertirse lo más posible, viajar lo más posible y follar lo más posible. La fiesta es importante sobre todo al inicio; después es, en mi opinión, cuando empieza lo bueno. Después empiezas a buscar cosas que hacer, a unirte a clubs de deporte y baile, a viajar a sitios y a mirar cosas en la biblioteca.

Puedes aprender mucho si te vienes de Erasmus: pero por tu padre, ÉCHALE HUEVOS Y VE UN AÑO ENTERO.

Fin de la parrafada. Hasta la próxima entrega, damas y caballeros.



Terminamos con un bello poema acerca de la amante favorita de todo fiestero.


BOTELLÓMETRO: 12

[Escuchando: Tribute, de Tenacious D]

domingo, 4 de octubre de 2009

THE ERASMUS PARTY TRILOGY 2 (¡Fiesta! ¡Desfase! ¡Suecas!)

Ha llegado la hora. Después de tajarse como es debido en la comodidad de nuestra casa, es hora de coger el autobús e irnos a la ciudad, donde nos esperan los pubs y discotecas que componen la vida nocturna de Karlstad.




A las dos de la mañana todo el mundo es puta escoria.



ACERCA DE LOS LOCALES DE FIESTA

Como ciudad universitaria que es, Karlstad tiene muchos locales para divertirse por la noche. Eso sí, y esto seguro que no va a gustar pero que nada a mis compatriotas españoles: no hay ningún sitio que permanezca abierto más allá de las tres de la mañana. Y eso, las discotecas grandes; los pubs no abren más allá de la una y por aquí la mayor discoteca cierra a las dos. Es por eso que las fiestas empiezan aquí tan pronto.

Otra cosa muy importante: si vas a salir de fiesta a saco, lleva pasta a saco. En serio. Casi todos los sitios medianamente animados cobran entrada (entre 4 y 8 euros por aquí, sin contar guardarropa; en Estocolmo pueden llegar a meterte dieciséis napos como dieciséis puñaladas. Ea). Y no hablemos de las copas dentro del local. Con deciros que un chupito de tequila (sí, uno sólo) vale seis euros ya os vais enterando.




En muchas discotecas tienen también zonas de apuestas y juegos. Ya sólo les falta un gran letrero en la puerta del garito que rece: DANOS TU MALDITO DINERO.


Una cosa que a muchos desagradará y que a mí me parece una jodida bendición de Tutatis; no se puede fumar en ningún local (de hecho, ¡no se puede fumar ni dentro de la residencia!). Es una verdadera pasada respirar aire de verdad para variar. Eso sí, si eres fumador no vengas en invierno porque te vas a tener que ir a echar un pitillo en mitad de la ventisca que a buen seguro habrá fuera.

A decir verdad, en principio no hay mucho más que decir. Gracias a la globalización, todas las discotecas de todo el mundo ponen la misma música y tienen la misma pinta en todas partes. Nada destacable. Pero, como me está saliendo una entrada corta de narices y no quiero cagarla ahora que parece que la gente me lee más en serio, voy a hacer un poco de relleno hablando de un tema que creo que interesará a bastante gente.

Voy a hablar de las suecas.






IIEEEEEHH, VIVAAA, ESCANDIMEEEMO, ESCANDIMEEEMO, OE OE OEEEHH…


LAS SUECAS (o cómo ponerle a una sección un título redundante y que a nadie le importe un carajo)

Creo que la audiencia masculina ha subido algunos centímetros.

De todos es sabido el mito de las suecas, de lo buenas que están, de lo liberales que son y de lo mucho que les gustamos los latinos. Las imaginamos rubias, altas y con bonitos ojos azules. Las imaginamos como diosas. Todo el mundo tiene una
curiosidad aplastante por saber si todo esto es cierto. Y aquí es donde entra el menda escribano; para introducirme de lleno en este tema (qué mas quisiera yo) y contaros todo lo que he llegado a saber de estas maravillosas chicas. Así pues, ¿son rigurosamente ciertos todos estos excitantes rumores?







Al menos no al cien por cien, chavales.

Primero: las suecas no están buenas por naturaleza. Ni p’atrás. Hay suecas guapas, suecas altas, suecas rubias, bla, bla, bla… y también hay orcos, trolls, uruk-hai, bulldogs, corchos de vino y patas de sofá andando por ahí. Creedme.

No quiero ser descortés, ni joderos la vida, ni nada por el estilo. Qué va. Lo que quiero es sencillamente confirmar lo que viene siendo algo de lo que he estado convencido toda mi vida: que los mitos son todos una patraña. Es muy sencillo: chicas guapas y chicas feas hay en todas partes, son dos caras de la misma moneda, para que haya unas ha de haber otras y si falta uno de los dos grupos la Fuerza nunca llegará a equilibrarse.

Vamos, que no. Que las hay guapas y feas. Ya está, no hay vuelta de hoja.

Eso sí, hay un factor muy importante que explica por qué no nos llega la sangre al cerebro cada vez que hablamos de este tema: el exotismo. Y eso sí es verdad, chicos; las suecas son muy rubias y tienen los ojos muy azules. Además de que la mayoría tiene unos rasgos muy estilizados que las hace más guapas de cara (y hace que muchas me parezcan iguales, todo sea dicho). Será por eso que nos atraen tanto; porque son distintas. También es cierto que todas se visten de manera similar. Resultado: hordas y hordas de chicas casi iguales. No sé, no sé...

Dato curioso: muchas suecas se tiñen el pelo de moreno. Tocatelospiés
.




Lo guapo no quita que no se sepa manejar una cámara de fotos. Hay que joderse.


Pero, ¿qué hay de ese mito de que las suecas son unas sueltas, de que les gustan los españoles, de que son de polvo de una noche (quién cojones se habrá inventado toda esta mierda) y demás historias de liberalismo sexual? Mirad, de eso no sé lo suficiente como para escribir mucho porque llevo aquí más bien poco. En principio, puedo decir que mojar o no mojar es una cuestión de tres factores:

a)Si eres guapo.
b)Si estás bueno.
c)Si estás de buen ver.

Si tienes uno de los tres, entonces seguro que serán súper liberales contigo. Fijo. No obstante, si eres un pobre mortal… Mis amigos y yo hemos tratado de meterle fichas a las lugareñas varias veces y normalmente recibimos miradas del tipo “¿por qué coño se me acerca tanto este sucio tercermundista?”. Ninguno de nosotros perdemos la esperanza. Otras veces sólo quieren tontear y para casa (a veces hasta se lían contigo y luego se largan. Concubinas de Satán).

Cosa divertida: los suecos en general, y las suecas en particular, se arreglan muchísimo para salir. Concretamente, y he aquí una gran diferencia respecto a España, se arreglan tanto guapos como feos (con divertidos resultados en algunos casos). Como las chicas tienen piernas pálidas, se tira mucho de medias y encajes de red. También hay cada peinado que tira de espaldas. Esta gente se hace cosas muy raras en el pelo, creedme.

Hasta aquí con las referencias a las suecas. Lamento haber decepcionado (mentira, si te as llevado un chasco te jodes, pequeño pajillero). Como material extra adjunto este
interesante artículo acerca de las suecas, en el cual se exponen opiniones que comparto en su mayoría.


LOS SUECOS Y EL ALCOHOL

En general, los suecos son gente un poco distante y poco dada al contacto físico. No obstante, esto cambia radicalmente a nada que esta gente bebe un poco. Hay una regla muy importante en Suecia: BORRACHO VALE TODO. Esta gente se transforma por la noche; bajo los efectos del alcohol se convierten en gente ruidosa, malhablada, demasiado simpática y con una gran habilidad para desafinar cuando cantan. Además de que la peña suele abrirse paso a empujones y pisotones.




Sí, más o menos así. Pero en rubio.


Esto viene a ser un sistema para liberar tensiones durante el día, me imagino yo. Ahora comprendéis, chicos y chicas, por qué no siento demasiada morriña de mi país. Esto es como estar en casa.


VÁMONOS A CASA A HACER EL IDIOTA

Cuando chapan la discoteca, normalmente hay ganas de más, de modo que nos volvemos a la residencia a seguir mongoleando que es lo nuestro. Para volver suele haber bus; si no, se puede pillar taxi aunque sale caro. Mucha gente escoge uno de los “black taxi”, taxis clandestinos que cobran menos pasta y siempre los conduce un representante de la raza árabe.

Más de la post-party en la próxima entrega de la Guía del Escandimemo.




Como esta entrada me ha salido un poco demasiado dirigida a los hombres, compenso a mis lectoras con este simpático chiste de Maitena. De nada.

BOTELLÓMETRO: 10


[Escuchando: Best day until tomorrow, de The Real McKenzies]
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