lunes, 31 de agosto de 2009

THE VÄRMLAND TRIP (sí, hubo huevos de darse un chapuzón)

Una cosa que tienen los suecos es que son muy atentos. Tan atentos, tan atentos, que ayer nos han llevado a hacer un viaje de ocio por la zona sueca de Värmland, cuya capital por cierto es Karlstad. Aprovecho para enseñaros las maravillas naturales del lugar y al tiempo lo bien que se organizan los suecos y lo bien que nos lo hacen pasar por tan sólo 20 euricos. Y con comida y desayuno.

EL VIAJE















"Herpes Bus”. Pues empezamos bien.

El caso es que toca mucho la moral levantarse a las siete de la mañana, pero a los suecos les gusta hacer las cosas temprano y como la pasta ya se ha puesto pues a joderse tocan. Durante el trayecto de ida pude disfrutar del paisaje autóctono de Värmland (¡bosques de verdad! ¡A la mierda las plantaciones de eucaliptos!). Por cierto, Suecia tiene alrededor de 90.000 lagos en total. En su día se disputó el título de “País de los mil lagos” con Finlandia. Ganaron los segundos con 160.000. Fin del capítulo ilustrativo, procedamos a relatar las chorradas que os gustan.















Este fue el momento en el que una ventosidad traidora cortesía del Javi me dejó sin sentido durante el resto del viaje. Menos mal, necesitaba una siesta.

LA LLEGADA

Llegamos a puerto y nos cuentan que el viaje en cuestión consiste en realidad en varias actividades campestres concentradas en torno a un campamento base señalizado por una tipi gigante. Guao. Tras explicar brevemente de qué va la movida en un más que decente inglés, el Oh Gran Jefe Monitor nos ofrece un desayuno que, dentro de lo que cabe, esta más que decente.















Semos las niñas del colegio de la Salle, nos gusta que las monjas nos lleven al valle. Cogemos mariquitas, cogemos mariposas, porque semos delicadas como pétalos de rosa.


Ha llegado la hora de ir participando en las actividades.


VAMOS A HACER UN POCO EL GARRULO.

A partir de aquí, tuvimos hasta las cuatro (con pausa para comer) para practicar todas las actividades disponibles en el orden que quisiéramos. Suena a viaje de jubilados pero el caso es que molaba. Vamos por partes, como dijo Jack el Destripador.
Empezamos con un ligero paseo por la zona, para conocer mejor el bosque y de paso recoger alguna que otra seta. Unos bosques magníficos, y eso que uno se ha criado en Cantabria. Al frente iba Oh Gran Jefe ilustrándonos acerca de un montón de cosas de las cuales no me acuerdo debido a los golpes en la cabeza que me di con la bici (ver más adelante). Por supuesto, los Mosquitos Nucleares nos hacían compañía.














































Y mira que te lo dije… que no te comas esa seta… que no te comas esa seta… y tú ni caso… y mira ahora.

Aluego toca el viaje en canoa. De dacuerdo con lo que todo el mundo podría pensar, no recordé dejar la cartera, el móvil y las llaves en tierra por si acaso. Contrariamente a lo que todo el mundo podría pensar, no me caí al agua. El viento evitó que pudiéramos alejarnos mucho, pero la cosa fue como la seda.






























Después, cogimos la bici y nos fuimos al monte. Hora de un poco de Mountain Bike.

Ay, la Mountain Bike.









Sí, la cosa más o menos fue así.

Uno se cae de la bici hasta parado (una vez, en un campamento. Sobre unas ortigas. Ay). Por eso, se puede deducir que, una vez terminado el trayecto, había que apartar el barro para ver al Escandimemo.

Pero es que no sólo se trataba de que yo no tenga ni idea; es que no me acordé de elevar el sillín (la bici era de una francesita de metro y medio) ni de cambiar el piñón para no tener que pedalear a lo tonto. Resultado; en las cuestas me tenía que bajar y seguir corriendo, para cachondeo de las tías que venían detrás. Todas las piedras del camino iban a parar a mis ruedas, todas las ramas sueltas iban a mi cara y todos los insectos a mi boca. En todos los obstáculos de barro, mi rueda era la que iba por la parte más honda y resbaladiza; y una vez se me salió la cadena justo cuando enfilaba un bache tremebundo en forma de U lleno de barro y agua. El resultado se aprecia en la imagen superior.

Fue divertido.
































Menos cachondeo, ¿eh? Pablito que te meto.


UN MOMENTO, QUE TENGO HAMBRE.

A eso de la una hicimos un descansito para comer algo y relajar las piernas. Nos ofrecieron una jugosa salchicha, patatas y un pan raro con salsa marciana. Además, de beber teníamos una cosa muy rara que merece mención especial; una especie de refresco que es agua con algún tipo de producto que le confiere un color rojo y sabor a Calippo de fresa. Muy rico, oye. Estas cosas están por todas partes en Suecia; hay gaseosas con sabores y en el Ikea hay máquinas que echan agua con sabor a lo que quieras (fanta, cocacola, manzana, chistorra…) de forma gratuita. Básicamente es agua con colorante y saborizante, y como a estos el agua les sobra… Muy Escandicool.













-Y, ¿cómo le llaman a la gaseosa en Suecia? –Läskedryck. –Läskedryck. ¿Todas son de sabores? -Exacto, todas de sabores. Es legal comprarlas, es legal beberlas y si trabajas en Ikea es legal darlas gratis pero cobrar los vasos de plástico. ¿A que no adivinas qué le echan al pan? -¿No le echan tomate? –Qué va, tío, allí lo untan en salsa de moras. –Agh. Joder. –Créeme, hermano. Lo bañan en esa mierda.


A propósito, en esta ocasión los españoles comimos todos juntos. Resulta que, poco a poco, parece que nos estamos ganando una reputación de piña compacta, y nos llaman la Spanish Mafia. Así, en plan gitano, todos juntos. Yo, por mi parte, tengo ya colegas hasta en Bangladesh.
































Si jodes el culo de un español, jodes el culo de todos los españoles, hermano. A menos, claro, que estés en España.


FIN DE LA COMIDA, SIGAMOS HACIENDO EL BANDARRA.

Ya he relatado las principales atracciones del viaje, pero al lado de la Gran Tipi disponemos de todo tipo de actividades secundarias varias.

La más solicitada con diferencia, el tiro con arco. Era normal que un par nos acercáramos y que luego por arte de magia se acercara un huevo de gente que también quería probar. Por tanto, después de tu turno tenías que esperar un huevo hasta poder volver a tirar. Por cierto, el campo de tiro estaba entre el campamento principal y el retrete, por lo que cada equis tiempo tenías que parar para evitar a la gente ir a cagar con una flecha en el culo.

Mención especial al retrete. Joder el retrete. Una maloliente cabaña desvencijada llena de telarañas, en cuyo interior había un agujero a través del cual se veía toda la mierda acumulada a lo largo de lo que parecían ser siglos. Los que hayáis visto Slumdog Millionaire sabréis de lo que estoy hablando.











No tuve estómago para hacerle una foto a ese pozo fétido, y como de todos modos no quiero fotos de excrementos en mi blog pongo en su lugar esta simpática imagen ilustrativa.

La cerbatana. Dardos afilados de verdad para darle a una diana situada justo al lado de un banco en el que siempre se sentaba un grupito de chicas. Allá vosotras. Al cabo de un rato terminabas aburriéndote y metías cuatro o cinco dardos a la vez para hacer el tonto con la cerbatana-metralleta.

Luego estaba el típico juego que se juega en las fiestas del pueblo de tirarle herraduras a un palo en plan petanca. No, en serio, no es broma. Era un rollo, pero tenía la ventaja de que nadie quería jugar y por tanto podías estar todo lo que quisieras. Creo que fui el único que logró encajar dos herraduras. Loor.





















¡¡DOS HERRADURAS!! ¡¡SOY UN TITÁN!! Oh, mira, ya casi son las dos, jar, jar…


También había un tirachinas, pero era tan estúpido y aburrido que no lo voy ni a comentar.


HORA DEL BAÑO.

Al leer el título de la entrada pensaríais que estoy de coña. Pues no es así. Me parece que hasta la fecha, y por favor corregidme si me equivoco, soy el único español del Campus que ha tenido las narices de pegarse un chapuzón en un lago sueco. El caso es que el agua no está mucho más fría que en el cantábrico, pero yo ya he quedado como Dios (y como un puto loco también, pero eso es secundario). También se metió conmigo una chavalita canadiense muy maja, y antes de nosotros un quinteto de alemanes bandarras. Nadie más.















































De este tamaño se me quedaron las pelotas.


VÁMONOS, QUE LLUEVE.

A las cuatro de la tarde se acabó al fin el viaje de marras. Magullados, cansados, sucios y muy contentos nos volvimos a casa. El conductor tuvo la amabilidad de llevarnos directamente al Campus, saltándose su recorrido. Insisto, en España esto no pasa mucho. Gracias, amijo.


[Escuchando: Gyroscope, de In Flames.]

lunes, 24 de agosto de 2009

PRIMERA SEMANA (ya estabas tardando, cabrón)

Habéis esperado mucho tiempo, pero por fin está aquí; la primera actualización de la Guía del Escandimemo. Esperaré a que acabéis de abrir las botellas de champán y procederé a relatar cómo me ha ido esta primera semana en Karlstad.

El día de la llegada fue muy satisfactorio. Próximamente espero poder incluir el vídeo resumen de la primera jornada. Algo digno de mención es la puntualidad de los trenes y los autobuses; ni un minuto más tarde ni más temprano que el estipulado. Muy impresionante, y también una pesadilla para alguien tan impuntual como yo. Supongo que me queda mucho hasta ser un verdadero escandicool.

A lo largo de esta semana me he ido asentando en mi residencia y he ido conociendo la universidad a través de las ilustrativas y mortalmente aburridas charlas que imparten los profesores.




Cuando estaba en el tren me llegó este mensaje. Pensé que me había dormido o algo.


LA RESIDENCIA

Está dividida en dos zonas: el Campus Futurum, que es donde yo he ido a parar, y la zona de edificios nuevos de Tallin que está llena de excavadoras y polvo (aquí no hay puntualidad sueca que valga, los obreros son unos pelotazas en todas las culturas y no han terminado la obra a tiempo). Se encuentra situada en mitad de una bonita zona boscosa. He aquí algunas imágenes.



Mi morada consiste en un edificio de tres plantas con varias habitaciones individuales y tres cocinas compartidas (una por planta). Es en esas cocinas donde se suelen celebrar las fiestas cada noche, puesto que son muy grandes. El jueves pasado llegaron a caber cuarenta personas en la de mi planta.


Normalmente los inquilinos del año anterior dejan varios regalitos olvidados en las habitaciones. En mi caso fui obsequiado con un par de posters roñosos (uno de ellos de una película de fumetas, que además sirve como cortina para una de las ventanas. No, no es broma), un muñeco de Ikea en forma de rana con calzones y alitas al que he bautizado como Amadeo, tres bombillas rotas y un cajón que parece haber sido pisoteado por un troll. Por lo demás, está sin equipar así que tuve que hacer al día siguiente a mi llegada la visita de rigor a Ikea para pillar todo lo necesario para sobrevivir; léase edredón, almohada, toallas y todo lo que necesita el típico estudiante pobre.

Otra cosa con la que nos obsequiaron los antiguos inquilinos fue una inmensa montaña de platos que llevaban sin lavar dos meses por lo menos. También dejaron un equipo de música (bendito sea) y varios juegos de mesa. Todos llevan las instrucciones en sueco, pero siempre se puede improvisar.



Por cierto, otra cosa que también me encontré en la cocina fue uno de esos peces de mierda que se ponen en las paredes y que se ponen a cantar el “Don’t worry be happy” cuando alguien pasa por delante. El bicho debía tener mala fama de antes, porque una vez estaba el americano de la planta jugueteando con él y de pronto entró un tío sueco que lleva aquí más de un año, lo vio, puso cara de alerta roja y dijo: “you don’t want to fuck with that fish, man”. Mejor le hacemos caso.


LA UNIVERSIDAD

Poco puedo decir todavía, pero de momento el sitio mola un huevo. Instalaciones limpias, comedor bueno y baratillo (eso sí, el pisto que sirven fijo que es una jodida arma bacteriológica de esas que tenía el Sadam) y conexión wireless de primera. Me faltan aún varias gestiones que hacer, así que espero que la administración sea buena.

Por cierto, una de las cosas que hicimos durante la semana de introducción fue jugar a un par de juegos campestres típicos de allí. Uno era un juego consistente en lanzar palitos para derribar los palitos del otro equipo, tan excitante como observar el crecimiento de un alcornoque. El otro era una especie de béisbol para dummies que se juega sin pitcher. Durante el transcurso de ese juego casi me quedo sin huevos por culpa de un pelotazo que me arreó el presidente del consejo de estudiantes, que por cierto es como Paco Porras pero más joven. A la segunda vez que fue a lanzar me agaché sólo por si acaso y la pelota pasó justo por donde hacía unos pocos segundos había estado mi cara.







Ji, ji, ji. Sé dónde vives, so cabrón.


EL ENTORNO

En Suecia existe una ley que por un lado protege los bosques de cualquier daño que pueda causar la gente (si te pillan tirando un colilla al suelo del bosque se te cae el pelo de verdad. Otra cosa es, claro, que te pillen en mitad del bosque) y por otro permite a cualquiera andar por ellos y acampar sin apenas restricciones. Suena genial, y realmente lo sería si esto no estuviera plagado de mosquitos como helicópteros. También hay varias liebres que gustan de cruzarse en el camino de los ciclistas, libélulas enormes y varios simpáticos erizos. Los de la uni nos dicen que no nos preocupemos, que los osos y los lobos se encuentran a varios kilómetros al norte. Pues vale, pero parece que de un momento a otro va salir del bosque una pandilla de yetis para roernos los huesos.

Los bosques son una maravilla, eso sí. Echad un vistazo.



Se me olvidaba que también hay varios de estos cuervos que no tienen miedo de nada y que siempre te miran como si esperaran tu próxima defunción para picotearte los ojos. Son grandes de cojones, también.


Esto no es más que una pequeña introducción de lo que hay por aquí. Cuando me termine de asentar y se me pase la resaca de esta semana procederé a relatar los pormenores de la vida del Erasmus y de los suecos en general.

Y de las suecas, también. Claro.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Prólogo (importante y obligatorio de leer)



¿Qué es “Escandimemo”?

El Diccionario de la Real Academia Española nos ilustra:

Escandimemo: (Del lat. Scandimemae o Scandimemum)


1. Dícese del viajero inculto e insulso que engulle cantidades ingentes de cultura sueca para convertirse en un “Suequés” de primer orden.
2. Postre típico de Tailandia, de sabor agrio, con una base de hojaldre, que se sirve en bodas, bautizos y comuniones.


Sin: Escandilerdo, Escandilelo, Escandinerdo, Escandibobo, Estudiante Erasmus.

Ahora bien, ¿quién es exactamente el Escandimemo?

Yo. Guillermo García Lapresa, estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad del País Vasco, estudiante Erasmus desde agosto de 2009 a junio de 2010. Destino: Suecia, proclamado por alguien que no viene al caso como el país más cool de Escandinavia. Para servirle a Dios y a usted.

Ahora os preguntaréis, ¿por qué Suecia? ¿Cómo puede un joven en su sano juicio desperdiciar un año entero de su vida pasando frío en ese país poblado por gigantes rubios de habla incomprensible?

No, no, a ver. No tenéis ni idea. El problema que tienen los españoles, en mi opinión, es que carecen de información fiable acerca de Suecia. La mejor fuente de datos que hemos recibido nunca procede de las películas de Paco Martínez Soria, y así nos va (juro por Tutatis que ésta es la primera y última referencia que haré a don Paco. En serio).

Tres días antes de mi partida, he recopilado apresuradamente todos los conocimientos que existen actualmente en España acerca de Suecia. Para ello he tenido que infiltrarme directamente en los archivos del CNI aún a riesgo de mi propia vida (en realidad en la entrada sólo había un guardia de seguridad leyendo el Intervíu, pero imaginad si llega a pillarme. Serious Business). Esto, amigos, es lo que sabemos.






Hechos divertidos y sorprendentes acerca de Suecia (象形字指事字ゴシック体).













Bandera de Suecia.


Casi todo lo que sabemos de Suecia nos viene dado en forma de mitos y leyendas populares. Vamos a echarle un vistazo a los más comunes:

MITO #1: Todas las suecas son altas y están buenas.

No sé yo, a mí esto no me parece PhotoShop:






Acabo de empezar y seguro que ya me han echado el ojo las asociaciones feministas ultras. “Uuuh, otro cabrón que cree que las mujeres no somos más que tetas y culos, te vamos a colgar por los huevos, uuuh, hijo de puuutaaa…”. Para que veáis que también miro por los intereses de las féminas, en el mito #3 os voy a presentar al que seguramente sea el mejor partido de toda Suecia.


MITO #2: En Suecia hace un frío de cojones.

Esto nunca queda claro, porque de toda la gente que me habla de este tema, siempre hay un grupo que dice “tío, tienes que llevarte ropa de abrigo a saco, que te vas a pelar las pelotas, que un amigo/tío/sobrino/amigo de amigo/mi portera/el cuñado de mi jefe ha estado allí y dice que hay menos cincuenta grados en verano, flipas, vas a tener que llevarte tres maletas llenas de felpa”; y luego hay otro grupo que dice “nah, tranquilo, que un amigo/tío/sobrino/amigo de amigo/mi portera/el cuñado de mi jefe ha estado allí ya y me dice que se puede ir en chanclas en pleno invierno, que aquello es un cachondeo, tú no sudes y si eres muy friolero ya te comprarás allí un jersey”.

El caso es que nadie ha estado allí de verdad. Tocatelosgüevos.

MITO # 3: En Suecia llevan un nivel de vida muy alto.

Bueno, podemos asegurar que por lo menos el rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo (el monarca más dicharachero, jia, jiaah) sí que lo lleva, sí.




“Qué pasa Gus, oye, me han dicho que hay allá por España un tal Juan Carlos que vive tan de puta madre como tú.” “Ya, pero seguro que a él no le dan pases de prensa con foto, como el mío.” “Qué cabrón.” “Ya te digo.”

MITO #4: Los suecos son unos secos y no tienen sentido del humor.

¿Os habéis catao del detalle o no os habéis catao del detalle? Suecos = Secos, yo sí que soy el puto amo del humor, jar, jar, jar…

Reconozco que me da cosa decir que un país carece de sentido del humor cuando entre mis propios compatriotas se encentran los creadores del Show de los Morancos o de los chistes de un inglés, un francés y un español. Me voy a callar.

Con respecto a eso de que son unos secos y de que no tienen nuestra alegría natural ni nuestro desparpajo, me limito a citar las palabras de un camarero de bar que conozco que asegura que, la vez que estuvo (¡ha estado de verdad! Wee-hee), las fiestas eran tan bestias que culminaban siempre en el lanzamiento de objetos peligrosos por la ventana del piso, tales como sillas, mesas o cuchillos de cocina. Vale que el tipo en cuestión normalmente acaba todas sus fiestas igual, esté donde esté, pero el caso es que los suecos también lo hacían.

MITO # 5: Los suecos se suicidan mucho.

Parece ser que este mito viene de algo que dijo el presidente Eisenhower en 1960. Por lo visto, el tipo dijo que los suecos se suicidaban porque vivían muy bien (esto no es ninguna jodida broma, comprobadlo si queréis), y los puso como ejemplo para ilustrar su teoría de que el Estado de bienestar podía acabar jodiendo el culo colectivo de los americanos.


Qué pasa, si es que con tanto bienestar y tanto negro de mierda no puede uno disfrutar de un buen bombardeo nuclear ni hablar con el colega Franco, juo, juo…


Resulta que Suecia tiene de los menores ratios de suicidios de toda Europa. Por cierto.

Fin del divertido capítulo ilustrativo (العربية الفصحىصواريخ)


Y ya está. No, en serio. Esto es lo que los españoles saben de Suecia. Esto es todo lo que he podido averiguar acerca de nuestros vecinos del norte.

No tenemos ni puta idea, vamos.

He aquí, pues, la razón de mi viaje. Creo necesario incrementar el paupérrimo (qué rayos querrá decir paupérrimo) grado de conocimientos del que disponemos en España, y para ello me dispongo a ir al mismísimo centro del huracán. Pienso pasar los próximos diez meses investigando a fondo el modo de vida de Suecia, el país más cool del mundo. Los conocimientos que sin duda adquiriré durante mi periplo harán de mí un hombre nuevo, mejorado y mejor persona en general.

Me voy siendo un Escandimemo. Volveré siendo un Escandicool. O moriré en el intento. Mi partida será el 16 de agosto. A partir de ahí, estad al loro ante nuevas del país nórdico, incluyendo vídeos en exclusiva de las andanzas del Escandimemo por Suecia y alrededores (con la inestimable colaboración de Alberto Vázquez y Ion Baratas de Aupa Mutila Corp.)

Deseadme suerte, camaradas. Hej då.


P.D: En este blog no vais a encontrar ni una pista acerca de cómo cumplimentar todo el infernal papeleo previo al que tienen que hacer frente los estudiantes Erasmus. Ni una sola. ¿Y sabéis por qué? PORQUE EN NINGÚN JODIDO BLOG DE MIERDA DE TODO EL APESTOSO INTERNET DE LOS HUEVOS HE PODIDO YO ENCONTRAR NINGUNA PISTA QUE ME AYUDASE A HACER EL MÍO. Así que, si eres un futuro Erasmus y estás agobiado con la montaña de papeles que tienes encima de la mesa y con lo poco que te falta para pedir residencia TE JODES. Podría ayudarte, pero vas a pasar por el mismo infierno por el que tuve que pasar yo. ¡Jajaja! ¡Jajaja! Ja…

Por cierto, si tecleas en en buscador de Google Video "Suecia" lo primero que te sale es esta asquerosidad. Por eso, amigos, debéis evitar buscar cosas en internet y hacer caso al Escandimemo.

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