jueves, 11 de febrero de 2010

EL PARTIDO DE HOCKEY (Färjestaaaad, heyaa, heee-yaa, Färjeeestaaad…)



(A ver cuánta gente puede decir cuántas veces se repite la palabra “Färjestad” en esta entrada. Venga, valientes.)


En Suecia son muy populares los deportes de invierno.



Toma ya, información clasificada.




De todos los deportes que no pueden practicarse en camiseta, el hockey sobre hielo ocupa el primer lugar de popularidad en Suecia. Sin duda esto se debe a que se puede practicar durante todo el año, al contrario que el esquí, el snowboard o las guerras de bolas de nieve. La Liga Nacional de Hockey sueca es muy seguida en todas partes, y las localidades de los estadios se agotan cada semana.

Que me lo digan a mí. Sólo al tercer intento logré adquirir entradas para el encuentro, y lo logré sólo porque fui a comprarlas con tres días de antelación. Menos mal que al menos las vendían en la casa de apuestas del centro y no en Färjestad, Atomarporsacolandia, donde está el estadio. Así pues, el pasado sábado me dirigí al Lilla Arena de Karlstad, donde el equipo local de Färjestad (férllestad) se enfrentó a… a… a Algún Otro Equipo en un partido épico. He aquí la crónica de uno de los eventos deportivos más emblemáticos de Suecia.


THE CHRONICLES OF MEMMICK

15: 50- Entramos al estadio. Hay gente por un tubo, a ver si, para variar un poco, nadie se pierde hoy, no quisiéramos acabar rescatando a nadie del río otra vez. Dentro del estadio hay muchas tiendas de souvenirs del equipo de Färjestad y comestibles. Los organizadores no son tontos y se huelen el negocio. Recorremos un pasillo lleno de motivos de hockey y de caricaturas de los más famosos jugadores del Färjestad colgando de las paredes.



¡Qué pasa, tronco! Ja, ja, ja, qué chiste más cojonudo. Matadme..




16:00- Mierda, empieza el espectáculo y no hemos encontrado nuestras gradas. Suena musiquilla y la gente canta algo (en sueco, claro), todavía tenemos tiempo. Por ahí no, eso son los baños de mujeres. Encontramos la grada, situada detrás de la portería de Färjestad. Toca ponerse de pie, es la grada barata y también la de los hinchas del equipo de casa. Hay un montón de gente enajenada cantando un himno de algo. Parecen nerviosos y/o borrachos, y son muchos. Creo que voy a animar al equipo de aquí.

En la pista, la mascota del equipo local, un individuo vestido de ¿lobo? ¿oso? ¿mapache? patina por la pista al ritmo de la música. Se pega un buen par de hostias contra el hielo, quién te manda ponerte a patinar con ese cabezón de peluche encima, tontopollas. Hacia el final del baile se deja caer a propósito para hacer un par de cucamonas en el suelo, pero no cuela, todos sabemos que se ha caído. Esperemos que el Färjestad lo haga mejor.





16: 10- Después de que una sueca, hermosa como un besito en el ciruelo, cante la cancioncita de rigor (qué pasa, aquí es de rigor), toca por fin presentar a ¡los jugadores de hockey del Färjestad y del Me La Pela! WHEEE-HEEE.





16: 15- Empieza el partido. Los hinchas se ponen a berrear todos a la vez y sin avisar, qué susto, la Virgen. Se escucha un tambor, parece ser que Manolosson el del Bombo ha venido a animar el cotarro.

A partir de ahora, relatamos el partido por minutos.

Un partido de hockey consta de tres tiempos de 20 minutos cada uno. Juegan seis jugadores por equipo más portero, pero los jugadores se van turnando cada poco tiempo con sus compañeros de banquillo. Los cambios se realizan al mismo tiempo para los dos equipos y todos los jugadores se van al banquillo para ser remplazados por otros nuevos. Es decir, que cada equipo tiene varias alineaciones de cinco jugadores cada una, que van rotando cada equis tiempo. Hay tres árbitros, que danzan por la pista de juego esquivando jugadores y discos por igual con una agilidad pasmosa.

Gana el que consiga meter más goles, por cierto.

Minuto 5: Hasta aquí, juego normal; no entiendo nada de nada, esta gente va a toda hostia y apenas se ve el disco. Me fijo en que todos los jugadores llevan publicidad en los uniformes; el portero del Färjestad tiene publicidad de Kebab House en el casco y los Como Se Llamen llevan el signo de McDonald’s en el culo. Me reafirmo en mi apoyo a los de casa.





Minuto 12: Han estado conteniéndose hasta ahora, pero no más; una tremebunda hostia colectiva contra una esquina da paso a un juego mucho más rápido y agresivo. Cambio de jugadores. Manolosson dale que te pego con el tambor. La peña grita y canta. Chuta y…

Minuto 13: ¡¡GOOOOOOHHLL!! ¡Goooooollgolgolgolgolgolgolgolgooooollll del Färjestad! Los hinchas enloquecen y nosotros con ellos. FÄRJESTAAAD, HEYA, HEEE-YAA, FÄRJEEESTAAAAD, WEEE-HEEEEE…

Minuto 18: Vamos, ya son nuestros. Las hostias se suceden por doquier, pero esto no es USA, aquí nadie se pega de tortazos con nadie. Uno de los árbitros, que parece tener ojos en el cogote, esquiva un disco saltando por encima del mismo con una pirueta que se gana la ovación de todo el mundo. Aquí no hay gritos de “árbitro, hijoputa”, parece.

Minuto 20: Primer tiempo, terminado. El juego se detiene, la gente se va a mear y nosotros nos quedamos sentados en las gradas vacías, comentando el partido. Uno de nosotros comenta: “esto sí que es fútbol”. Jo, jo, jo. Como si este país necesitara más fútbol. El partido se reanuda pasados diez minutos. Cambio de portería. Empieza el segundo tiempo.





Minuto 26: Nos damos cuenta enseguida de que este es el momento de la verdad. Färjestad lanza una ofensiva tras otra, y el equipo de Qué Más Dará no hace más que defenderse. Nuestra posición tras la portería rival nos permite ser testigos de jugadas espectaculares. Los hinchas están emocionados de verdad. Pobre portero enemigo, debe sentirse muy desamparado.

Minuto 30: Una monumental hostia colectiva delante de la portería nos impide por un momento darnos cuenta de que el disco se ha colado en la red ¡GOOOOOLL DEL FÄRJESTAD! ¡DOS A CERO, PANDA DE NENAZAS! Manolosson, los hinchas y nosotros cantamos a voz en grito. Esta mierda es contagiosa.

Minuto 35: Exacto, no han pasado ni cinco minutos y Färjestad ya ha metido otro pedazo de gol. Sé que ha sido un pedazo de gol porque la jugada ha sido una pedazo de jugada. No tengo ni idea de cómo va esto, pero esas cosas se ven, hombre.

Minuto 40: Segundo tiempo. Una cincuentona fea nos tira los tejos.

Minutos 40-60: El tercer tiempo resulta lamentable para los Lo Que Sea. Färjestad gana tres a cero y ni siquiera intenta seguir atacando en serio. Durante diez minutos los visitantes tratan de marcar el gol de la dignidad, pero no hay manera. Al día siguiente, los periódicos hablarían de lo bueno que fue el portero de casa, aunque a mí me pareció un poco chuloputas.

En fin, que nada destacable en el tercer tiempo. Toda la emoción ha desaparecido. Cuando los árbitros pitan fin del partido, todos nos levantamos en las gradas para celebrarlo. Los jugadores de ambos equipos forman una fila y se van saludando un por uno. Vale, pero hemos ganado, piensan los de casa.

Conclusión #1: El hockey mola bastante, sobre todo si hay buenas hostias.

Conclusión #2: El deporte en vivo vuelve un hincha idiota a cualquiera. Es divertido.



Ahora escuchando:

2 comentarios:

Natxo Pistatxo dijo...

Siempre he querido ver un partido de hockey.
Es culpa de Robin Schertsbasky o como se escriba.

ARRIBA EL HOCKEY Y CANADÁ!!!
AJ COOK ROCKS!

PD: No trates de comprenderlo, hermano.
WEEEEEEE-hEEEEEEEEEE

Natxo Pistatxo dijo...

Bonito el himno sueco, por cierto

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