miércoles, 16 de diciembre de 2009

ACERCA DE CHRISTIANIA (y de la ilvstre historia de aqveste hermoso pveblo y gloriosa nacion)


En la pasada entrada en la cual relataba mi viaje a Copenhague, mencioné uno de los lugares más pintorescos en los que he estado jamás: Christiania, la Ciudad Libre (sí, se llama así). En aquella ocasión, mencioné de pasada el ambiente reinante en el lugar y la sensación que a uno le invade al pasear por esas calles (o quizá no, dada mi afición a soltar chistes de mierda en vez de ofrecer descripciones detalladas). Pero resulta que Christiania es bastante interesante, demasiado como para sólo mencionarla de pasada. Por eso, en esta entrega pienso ofrecer una detallada descripción de todo lo que rodea a este barrio de Copenhague; su historia, sus costumbres y su importancia en relación a Dinamarca.

Para que luego no se diga que no pongo en situación a mis lectores, ahí va: Christiania es un barrio parcialmente autogobernado de unos 850 residentes, que cubre un área de 34 hectáreas en el barrio de Christianshavn, en la capital de Dinamarca, Copenhague. Christiania se estableció con un estatus semilegal de comunidad independiente. Esta descripción la he cogido directamente de la Wikipedia con la ayuda de mis buenos amigos Ctrl¬+C y Ctrl+V. Para que veáis lo que me importa poner en situación a la gente.

Procedamos con la guía de Christiania.



En este artículo, un colectivo que podríamos calificar como “al margen de la sociedad” va a ser usado a modo de bufón por un bloguero con demasiado tiempo libre. Por supuesto, a nadie le importa, ya que todo el mundo sabe que los “al margen de la sociedad” son muy divertidos. Si no, mirad a este tipo.


LA FUNDACIÓN DE CHRISTIANIA

Christiania está situada en lo que en su día fue una base militar. Cuando los de las metralletas se largaron de la zona en 1971, una buena parte de los vecinos del barrio (gent, digamos, no precisamente de clase alta) echaron abajo las verjas que impedían el acceso al recinto para tener un lugar en el que los niños pudieran jugar. En el lado defensor sólo debía de haber un puñado de guardias de seguridad. Me los imagino observando con ojos como platos el asalto a una muralla más absurdo de toda la historia de la humanidad.



Esta es la bandera de Christiania. Si la bandera de Japón es un puntazo, esta son tres, juo, juo, juo. Se supone que los puntitos representan las tres íes del nombre de la nación; o la libertad, igualdad y fraternidad; o a la Santísima Trinidad; o al Bueno, al Feo y al Malo; o a los bichos que elegías al principio de los juegos de Pokémon; o a los Tres Tenores; o a estos puntos suspensivos…


Hay controversia acerca de si esta acción fue una protesta contra el gobierno danés; pero eso a nadie le importa, y menos a los cristianitas, de modo que lo más seguro es que no se sepa jamás la verdad. Espero que podáis dormir tranquilos de todos modos.

En septiembre de ese mismo año, Christiania fue oficialmente proclamada por un periodista underground llamado Robert Jasper Grootveld. El tío se recreó escribiendo un artículo en el que ensalzaba la nobleza del espíritu de los sin casa que habían ocupado el recinto, alabando su “corazón pionero” y sus “ansias de paz”. Se dice que, para lograr escribir tan empalagosa obra literaria, Jasper tuvo que tragarse tres polvorones castellanos a la vez. A los porretas residentes en la zona les importó un carajo, pero podemos decir que este individuo es el fundador de Christiania, así como su figura histórica más importante. Ya sabéis; está Alejandro Magno, está Carlos V, está Abraham Lincoln, y luego está R. J. Grootveld.



Soy Jasper, líder de los cristianitas. ¡Preparaos para el combate! ¡Defended el castillo cristianita! GROOAAAAARGGGG.


LEYES DE CHRISTIANIA

Las normas imperantes en el recinto de Christiania son pocas y simples, y están pactadas por la comunidad en no sé qué consejo de sabios, en plan Astérix y Obélix. Son las siguientes:


• No se admiten armas de fuego.
• Se prohíbe el uso de la violencia.
• Se prohíbe el uso de drogas duras, como cocaína y similares.
• Se prohíbe el uso de vehículos a motor.
• No se admite el uso de chalecos antibalas.
• No se pueden exhibir insignias de motero.
• Nadie puede abandonar su hogar por un período superior a seis meses (¿¿??).
• El derecho de uso es más importante que el derecho a la propiedad (¿¿¿¿????).



Es regla no escrita que los “servicios públicos” son de uso común, incluyendo la recogida de basura, el correo (los carteros de Copenhague tienen miedo de entrar aquí), la panadería y el servicio. Mirad la puerta de los baños públicos. EL TOILETO = EPIC WIN.


Al que logre explicarme por qué coño no se admiten explícitamente los chalecos antibalas (de lo cual deduzco que sí puedo entrar con yelmo, armadura de placas y escudo) le doy una piruleta. El resto de absurdas leyes se explican echando un vistazo a los acontecimientos más importantes de esta gloriosa nación.


EL TEMA DE LAS DROGAS

He dicho que en Christiania no se admiten las drogas duras, pero eso no impide que el comercio de cannabis y otras drogas blandas prolifere como los champiñones en un país en el que no está permitido su consumo ni venta. Cuando estuve en Christiania, pude ver puestos de cannabis con chinas enormes a plena luz del día, en la calle principal, como quien vende melocotones. La demanda es fuerte y constante; es posible que la razón de que el ayuntamiento de Copenhague no prohíba tajantemente este comercio sea para no extender el mercado negro al resto de la ciudad.

De hecho, ha habido precedente de esto, cuando la policía intervino para quitar los puestos de droga. Por supuesto, los comerciantes volvieron a las andadas enseguida; para más recochineo, los puestos están cubiertos con toldos para que no se les vea por el Google Earth.

Al principio, las drogas duras estaban aceptadas en Christiania. No obstante, empezó a palmar tanta gente de sobredosis que los cristianitas pidieron ayuda a las autoridades. Le dijeron a la policía que les dejaban actuar dentro del recinto siempre y cuando sólo actuaran contra las drogas duras y dejaran las drogas blandas en paz.



Si escribes “gilipollas” en Google Imágenes, te sale esta foto. Debería salir la de los cristianitas que le dijeron eso a la policía.


Por supuesto, la policía arrambló con todo lo que encontró (que fue mucho). Desde entonces los cristianitas desconfían de los maderos, y resolvieron acabar con las drogas duras a base de patrullas ciudadanas y más movidas que sabe Tutatis qué tienen de cierto y qué de falso, porque en Internet me he encontrado con muchas cosas raras.

El episodio más divertido, sin duda, es la invasión de los moteros.


EL ATAQUE DE BULLSHIT (¡CHA-CHA-CHÁAAANN!)

En 1984, se asentó en Christiania una banda local de moteros llamada Bullshit (que significa literalmente “mierda de toro”; normalmente se usa para decir “qué tontería” o “gilipolleces”. Para que veáis el nivel). Dicha banda de anormales tomó no se sabe cómo el control de gran parte del comercio de droga en la zona (lo siento, ya no me sale llamarlo “nación”).

No sé por qué movidas, a los cristianitas no les gustaban los moteros, y esta tensión se reflejó en sucesivos enfrentamientos, violencia y sabotajes. La cosa llegó a límites absurdos cuando la policía encontró un cadáver cortado en pedazos enterrado en el sótano de una casa.



Venga, que la gente se aburre sin una buena dosis de gore.



Yo soy ese tío, voy al cielo, me preguntan, y me daría palo decir que he sido asesinado por Bullshit. En fin, el caso es que tras este sangriento e hilarante episodio, la gente dijo hasta aquí hemos llegado y Bullshit se fue a comer shit por un tubo. THE END.


BONUS TRACK: EL CONTADOR DE PATRULLAS Y LA TIENDA DE BICI-CARROS.

Con lo que acabo de contar, supongo que ya ha quedado más que claro que Christiania no es el sitio más popular entre los mandamases de Dinamarca; pero el caso es que nadie se atreve a quitarlo del todo, sencillamente porque está ya tan arraigado, contiene un mercado de cannabis tan grande y atrae tantos turistas que hacerlo sería contraproducente. Además, si echaran a los cristianitas de su esperpéntico hogar, los del ayuntamiento de Copenhague serían tildados de carcas y terroristas del buen rollo, y eso sí que no.

De todos modos, Christiania sigue estando en el debate político (sobre todo desde que en 2009 un tipo lanzara una granada de mano en un bar cristianita. Claro, como las leyes no dicen nada de bombas…), y quién sabe cuánto aguantará ahí el chiringuito. Mientras tanto, la poli sigue realizando patrullas esporádicas por la zona para disgusto de los lugareños. Ya mencioné en la pasada entrada que hay un bar que asegura haber recibido más de 6000 registros policiales desde 2004: en realidad se refería al número de patrullas que habían pasado por todo el recinto. Si es que se os ve la cadena con la bola, fantasmas.

Pese a todo, no sólo de turistas y drogas vive el cristianita. En Copenhague es fácil ver los llamados bici-carros, que son bicicletas con remolque delantero que se fabrican en Christiania y se venden bastante bien. Yo quiero una. La compraré después de adquirir un reloj-mezquita, una bola que predice el futuro y una cartera de Bad Motherfucker.



Christiania Bikes: feel like a motherfuckin’ PIRATE!(este es el cartel-anuncio de la página web)


En definitiva, Christiania es un sitio muy majo que merece mucho la pena visitar. Si no os ha convencido este artículo, al menos tratad de adquirir un bici-carro, antes de que Aupa Mutila Corp. se haga con la compañía y los precios se cuadrupliquen.



En la próxima entrada, el Escandimemo se juega el pellejo durante su asistencia a un masivo y brutal concierto de Death Metal en Oslo. ¡No os lo perdáis!


[Escuchando: Fine Again, de Seether]

1 comentario:

Dani dijo...

Parece un sitio interesante.
Sin saber mucho del tema, me imagino que la prohibición de las insignias motero vendría a raíz del enfrentamiento ese del que hablas. Por otro lado, supongo que lo de que no se pueda abandonar el hogar por un periodo superior a 6 meses será para prevenir que la gente se instale ahí y luego se vaya y deje la casa abandonada. Pasados 6 meses pueden recuperarla (Porque supongo que te proporcionarán/conseguirás por tu cuenta una casa,¿ no? Por lo que has contado me parecería un poco contradictorio que hubiera que comprarla)
Por último, la última ley/norma (la que pone el derecho de uso por encima del de la propiedad) me parece muy interesante. Deja de lado la concepción del estado que tenía Locke, por ejemplo. No digo que sea más o menos correcta, simplemente que es interesante que se aplique en algún lugar. La pena es que sea un "barrio" marginal, como parece que lo pintas.
¿Tienen jueces?¿Cómo se dirimen los problemas entre sus habitantes? ¿Cómo es elegido el consejo del que hablas?

Un saludo Guille

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